Blog politique de réflexion et d'information de Bernard Tornare orienté en grande partie vers l'Amérique latine, principalement sur le thème de la Révolution bolivarienne au Venezuela. Selon l'actualité, cependant, d'autres sujets peuvent y être abordés. Ce blog n'est pas neutre. Malgré sa partialité et son inclination idéologique, il essaye d'être objectif.

¿El chavismo es sólo un modelo más o un ejemplo ?

par Bernard Tornare 28 Janvier 2014, 14:18

Traducción Alberto Ruano

Versión en francés

Después de Simón Bolívar, Hugo Chávez es, por cierto, la figura más influyente en la historia de Venezuela y una de las personalidades más decisivas en la confrontación al imperialismo que la humanidad jamás haya conocido.
Hugo Chávez no era un dogmático. Era sencillamente un hombre honrado, en rebelión contra las injusticias que acontecían en su país. Sin una teoría precisa, simplemente él se esforzó por resolver los problemas de su pueblo.

Podemos decir que el chavismo se fundó desde el momento preciso en que Chávez lideró la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, pero es desde su elección como presidente de Venezuela, en 1998, que el chavismo ha sido conocido de modo más profundo.

Para comprender lo que es el chavismo, es indispensable que nosotros, los europeos, nos liberemos de nuestros numerosos prejuicios, sean éstos ideológicos o teñidos de subestimación hacia los países del Sur. Para recoger todo el sentido del chavismo y el significado de su mensaje revolucionario, hay que tener también un mínimo de conocimiento de la historia de América latina y de Venezuela en particular.

El chavismo no es una doctrina filosófica, ni una ideología tal como las concebimos en nuestras latitudes, con un cuerpo estructurado de ideas. Se trata más bien de un tipo de sentimiento, de una mentalidad que impregnó las masas populares como lo fue el peronismo en Argentina. Nadie puede decir lo que profesaba Hugo Chávez, como nadie puede decir si era socialdemócrata o cristiano-social. Era más bien un conjunto de ideas que incluía una concepción global del Estado, de la economía y de la cultura. Chávez no acudió a una de las normas doctrinales, filosóficas o políticas conocidas en Europa o en América del Norte.

El chavismo se proyecta en la recuperación de la soberanía y la independencia, lo que significa la libertad de la nación venezolana frente a las potencias extranjeras. Es la continuación del ideal bolivariano para una integración de América latina y del Caribe, que se alimenta al mismo tiempo del internacionalismo, ya que procura hacer alianzas con todos los pueblos emergentes (África, Asia, etc.) que procuran ser liberados por el imperialismo, por el colonialismo y por el neoliberalismo.

Difiere del socialismo tradicional del siglo XX porque integra diferentes clases sociales y no sólo el proletariado (la clase obrera), sino que todas clases y los estratos que viven de su propio trabajo (asalariados o no) y que sufren la explotación del capitalismo.

Chávez había afirmado: "no soy marxista sino que no soy antimarxista. No soy comunista, sino que no soy anticomunista (...) Hay que ir más allá del marxismo (...) No es la solución, especialmente para nuestros países (...)". Para él, la base de su pensamiento sería el "Árbol de las Tres Raíces " [1]: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora [2]. Hasta que llegase el "carburante" conceptual que marcaría el devenir histórico: el chavismo.

El chavismo es ciertamente la versión más eficiente del socialismo sobre la escena del antiimperialismo y del anticapitalismo porque hace frente, con eficacia a las tentativas de los Estados Unidos por controlar los gobiernos y las economías de América latina. Con esta finalidad estableció lazos comerciales con China, Rusia, Irán, e hizo profundizó los mecanismos de integración regional como el ALBA, la UNASUR, el CELAC, o el MERCOSUR. El chavismo se opone al neoliberalismo porque promueve la justicia social, defiende los derechos sociales de la clase de los trabajadores después de haber preservado empleos, salarios, pensiones, jubilaciones y tomado medidas como la reducción del día de trabajo y de la protección contra los despidos. Al contrario de Europa y los Estados Unidos dónde éstos tienen sus derechos que sistemáticamente son reducidos por los planes neoliberales de austeridad.

Vemos pues que el socialismo del siglo 21 que quería construir Chávez no puede todavía ser confinado en una definición rígida. Este socialismo es un nuevo socialismo, de un nuevo tipo, que procura sobrepasar los errores del pasado guardando los aspectos positivos. Lo que quiere decir que si se pretende copiar un modelo, no se llegaría a nada. No existe un modelo. Cada país posee una historia diferente, cada época conoce nuevas evoluciones, cada generación debe resolver problemas diferentes.

Una cosa es cierta: Venezuela está llamada a convertirse en un modelo revolucionario que será un ejemplo para el mundo entero.

Bernard Tornare

[1] El fundamento ideológico en el cual se apoya la política chavista es representado por un árbol con tres raíces: cada una de ellas representa un personaje histórico del siglo XIX: Simón Bolívar, líder político habitualmente calificado como el Libertador de América; Simón Rodríguez, educador y maestro del Libertador, y, por fin, Ezequiel Zamora, combatiente de la Guerra Larga entre conservadores y liberales (1859-1863). Esta concepción es, según los términos de Chávez: " un modelo ideológico autóctono y arraigado en las profundidades de nuestro origen y en el subconsciente del ser nacional. (...) "

(Discursos políticos en América latina, Representaciones e imaginario, bajo la dirección de Morgan Donot y Michele Pordeus Ribeiro. Página 104.)

[2] (...) Es frente a un árbol legendario, Samán de Guere, símbolo de la resistencia indígena, que los fundadores del Movimiento Bolivariano Revolucionario: 200 MBR 200 juran lealtad. En ese lugar fue donde se asistía al parto de las mujeres indígenas y donde Bolívar hacía acampar sus tropas. Un árbol, dos siglos, tres raíces: Ezequiel Zamora, Simón Rodriguez, Simón Bolívar. En el juramento de Samán de Guere sólo estaban estos hombres en verde y rojo meditando frente a un árbol, y no estaban los partidos de izquierda, que debían ser los autores intelectuales y materiales de una revolución que "después inyectó vitaminas en la democracia latinoaméricana " (Eduardo Galeano).

Citado en este extracto del artículo de Thierry Deronne "En Venezuela, hombres en verde y rojo frente a un árbol".Ver AQUÍ, el artículo completo.